miércoles, diciembre 28, 2005

FELIZ AÑO

Elegir una canción. Elegir una frase. Elegir un amor. Elegir un momento. Elegir un suspiro. Elegir una sonrisa, o dos. Elegir una lágrima. Elegir un nudo en la garganta. Elegir una palabra. Elegir un color. Elegir un día. Elegir una película, un libro, una anécdota. Elegir un amigo. Elegir un trabajo. Elegir una hora. Elegir un jersey, una falda. Elegir cómo quiero. Elegir cuándo quiero. Elegir con quién quiero. Elegir si te quiero. Elegir si te digo. Elegir si te hago. Elegir quedarme. Elegir marcharme. Elegirte a ti. No elegir a nadie. Tenerlo todo. No tener nada. Querer lo que tengo. Querer lo que no tengo. Conformarme o buscar más.
Sentir una canción. Recordar una frase. Pertenecer a un amor. Disfrutar un momento. Dejar escapar un suspiro. Conseguir una sonrisa, o dos. Dejar escapar una lágrima. Sufrir un nudo en la garganta. Regalar una palabra. Entender un color. Vivir un día. Descubrir una película, un libro, una anécdota. Conservar un amigo. Encontrar un trabajo. Contar con una hora. Comprar un jersey, una falda. Imaginar cómo quiero. Decidir cuándo quiero. Hacerlo con quién quiero. Confesar si te quiero. Probar si te digo. Desear si te hago. Aceptar quedarme. Aceptar marcharme. Amarte a ti. No amar a nadie. Ser feliz. Seguir esperando... el bus se retrasa...

martes, diciembre 27, 2005

Recuerdos

Recuerdo que las horas pasaron pero no soy capaz de recordar su contenido. Recuerdo el filo de las cuchillas, el desmontarlas y sus besos. Recuerdo como temblaba el pulso. Recuerdo despertarme en un sitio donde no se como llegue, y recuerdo ver a Jose pablo, aunque nos habia dejado hace años ya. Y recuerdo que me dijo que le siguiera.
Recuerdo que no me creiste. Recuerdo que nunca supiste que fue por verte irte sin mirar atras.

En 30 segundos....

Me sobran 29 para decirte que te quiero. No necesito mas que 28 para demostrarlo. Y en 27 ya perdiste la confianza. En 25 habiamos roto las ilusiones que habiamos creado en 26. Y la confianza no se recupero en los 24. Desespere por primera vez a los 23, pero quise quererte de nuevo en 22 segundos. Ninguno nos dimos cuenta que solo habiamos necesitado 21 para darnos de nuevo la mano. Y 20 para volver a perdernos. Quiza fueron los 19 los que nos separaron, aunque ya con 18 nos habiamos olvidado. Con 17 segundos rehicimos nuestras vidas, y con 16 ya eramos completos extraños. Cuando pense que solo necesitaba 15 segundos para ver las fotos de nuestra historia, la melancolia del 14 me llevo a romperlas en el 13. En 12 segundos ya quise recuperarte, y solo tarde 11 en encontrarte de nuevo. Te costo recordarme, necesitaste 10 segundos, pero al 9 ya me di cuenta que era mentira y si me recordabas. 8 segundos y decidimos juntar de nuevo nuestras vidas, 7 segundos fuimos los mas felices del universo, en 6 segundos nos precipitabamos de nuevo a la locura, 5 segundos y no eramos conscientes, 4 segundos y no podiamos vivir separados, 3 segundos y el pasado ya pesaba, 2 segundos tarde en decirte te quiero, 1 segundo tardamos en saltar al vacio para no separnos jamas

ALGO DIVERTIDO


Está lloviendo fuera.
Qué chorrada de frase. Está lloviendo fuera. Como si pudiera llover dentro. Y que forma tan difícil de comenzar un texto que lleva por título “Algo Divertido”. Pero bueno, así lo voy a comenzar. Sería demasiado fácil borrar lo que he escrito hasta ahora para recomenzar mi historia con un “Fuera luce un sol espléndido...”. ¿O es que acaso no puede ser un día lluvioso algo divertido?

Está lloviendo fuera y yo he decidido que el sonido de las gotas en la ventana me va a acompañar este jueves de un modo divertido. También sería muy fácil decir que me traen nostalgia de otras épocas y otras lluvias. Que el gris del cielo me toca en el recuerdo y en la nostalgia... No, no, no. Esta lluvia de hoy me divierte. Son gotitas que caen y se estrellan donde pillan, y mientras caen, unas van diciendo: “¡¡Geróooooonimo!!” y otras a su vez: “¡¡¡¡uyuyuyuyuy!!... que me la pego, que me la pego!!... chof!!”. Y oigo a la vecina que colgó la ropa hace un cuarto de hora corriendo por los pasillos: “Joder! Que está lloviendo, que está lloviendo!!” como avisando a las camisas y los pantalones para que de un brinco se metan en casa por la ventana donde los han colgado. Y ellos pensarán “ pues ahora a joderse, por colgarnos aquí fuera de mala manera... no me pienso secar en tres días, Manoli”.
Ahora llueve aún más fuerte y debe ser divertido ver a la gente en los soportales arrimándose a la pared y poniéndose perdidos de cal por no mojarse, cuando la verdad es que ya están calados hasta los huesitos... con las gotas que caen de las cornisas directamente a tu ojo cuando miras hacia arriba para percatarte de que, efectivamente sigue lloviendo a cántaros (como si no estuvieras seguro, ya ves tu).
Sería divertido calzarse las katiuskas que ya no recuerdo ni como se escriben de tiempo que hace que no me compro unas, y bajar a la calle a pegar saltos en los charcos... y volverme Gene Kelly un ratito agarrada a la primera farola que pille. Antes, eso sí, de pegarme la gran ostia que seguro me daría al escurrírseme una de las Katiuskas en la base de la farola en cuestión cuando llegará a la parte que dice”... and I’m happy again...”. Toma happy again!!. Pero eso solo sería divertido si cuento con alguien a mi lado para que se descojone de risa señalándome con el índice y agarrándose la tripa. Y entonces, tendría su punto que pasara un autobús de línea por detrás suya y le pegara un señor baño por detrás de modo que yo desde el suelo pudiera ver con todo lujo de detalles la cara de buho que se le pone.
Qué divertido sería.
Lo único que falla es que no repongan Barrio Sésamo, para llegar a casa calados y poder tomar un chocolate con magdalenas viendo a Coco y compañía... Ahora está Terelu, pero oye, no es lo mismo.

(2002)

VERANO


Parece que por fin el verano ha llegado a Madrid. Lo veo pasar por delante de mi casa con la maleta en la mano. Seguramente llega de Atocha y se va a quedar en Lavapiés.
Él llega y tú, que te fuiste en otoño, no vuelves con él. Pensé que llegarías con la primavera, pero no fue así. Y el verano tampoco te trae de vuelta. Quizá te fuiste para no volver. O quizá fui yo la que se quedó aquí para no irse nunca. Para no irme contigo a ese norte que no conozco y me duele desde la ignorancia. Te llevaste mi alma en la maleta y dejaste mi cuerpo en la ciudad.
Hace dos años no existía más geografía para nosotros que las calles que hoy recorro sola. Pero tú ya no podías más y una mañana de octubre cogiste un autobús en Méndez Álvaro. La tristeza acaba con todo.
Y mientras veo desde mi balcón como el verano despliega sus colores por la calle en la que vivo, me imagino como será allá donde tú estés. Sin Retiro, sin Santa Ana, sin Latina, sin Segovia... y sin mí. Sólo alcanzo a pensar que el vacío que siento a mi lado cuando camino, no será el mismo que puedas sentir tú cuando caminas, ¿o acaso podría yo dejar vacío en escenarios en los que no he estado?... ¿Encontrarás alguna plaza como nuestra plaza? ¿algún cine como nuestro cine? ¿algún café como nuestro café?... (alguna cama como mi cama...).

Da igual donde estés, o lo que encuentres, o lo que eches de menos desde allí. Lo que importa es que aquí el verano, como la primavera y el invierno antes que él siguen respetando tu vacío. Esperando conmigo a que quieras volver.
(junio 2002)

lunes, diciembre 26, 2005

HÉROES

Como si los llevara dentro de mi ansiedad encuentro los héroes donde los busco. Al principio no supe distinguirles, pero ya enrielado en las artimañas de la vida, los veo pasar a mi lado y aprendo a darles lo que no poseen. Pero he aquí que me siento abrumado de este heroísmo y lo rechazo cansado. Porque ahora quiero hombres que doblen la espalda a la tormenta, hombres que aúllen bajo los primeros latigazos, héroes sombríos que no sepan sonreír y que miren la vida como una gran bodega, húmeda, lóbrega, sin rendijas de sol.
Pero ahora no los encuentro. Mi ansiedad está llena de los viejos heroísmos, de los antiguos héroes.
Pablo Neruda ("Para nacer he nacido")

miércoles, diciembre 21, 2005

SEÑOR DE LA NOCHE - JM Serrat


Señor compañero,
señor de la noche,
haz que vuelva su rostro
quien no quiso mirarme.
Que sus ojos me busquen

sostenidos y azules
por detrás de la barra.
Que pregunte mi nombre
y se acerque despacio
a pedirme tabaco.

Señor de la noche,
dios de la barra,
ángel del sí,
sota de copas,
flor del pecado:
reza por mí.
Reza por mí.
Reza por mí.
Reza por mí.

Si prefiere quedarse,
haz que todos se vayan
y este bar se despueble
para dejarnos solos
con la canción más lenta.

Si decide marcharse,
que la luna disponga
su luz en nuestro beso
y que las calles sepan
también dejarnos solos.

Señor de la noche,
dios de la barra,
ángel del sí,
sota de copas,
flor del pecado:
reza por mí.
Reza por mí.
Reza por mí.
Reza por mí.

Haz que no cante el gallo
sobre los edificios,
que se retrase el día
y que duren tus sombras
el tiempo necesario.

Señor de la noche,
rey de los forajidos,
llévame a los jardines
de la dulce serpiente
y los sueños cumplidos.

Señor de la noche,
dios de la barra,
ángel del sí,
sota de copas,
flor del pecado:
reza por mí.
Reza por mí.
Reza por mí.
Reza por mí.

Haz que vuelva su rostro
quien no quiso mirarme.
Que sus ojos me busquen
sostenidos y azules
por detrás de la barra.
Que pregunte mi nombre
y se acerque despacio
a pedirme tabaco.

Señor de la noche,
dios de la barra,
ángel del sí,
sota de copas,
flor del pecado:
reza por mí.
Reza por mí.
Reza por mí.
Reza por mí.
Reza por mí.

jueves, diciembre 15, 2005


We're coming to the edge,
running on the water,
coming through the fog,
your sons and daughters.
Let the river run,
let all the dreamers
wake the nation.
Come, the New Jerusalem.

Silver cities rise,
the morning lights
the streets that meet them,
and sirens call them on
with a song.

It's asking for the taking.
Trembling, shaking.
Oh, my heart is aching.

We're coming to the edge,
running on the water,
coming through the fog,
your sons and daughters.

We the great and small
stand on a star
and blaze a trail of desire
through the dark'ning dawn.

It's asking for the taking.
Come run with me now,
the sky is the color of blue
you've never even seen
in the eyes of your lover.

Oh, my heart is aching.
We're coming to the edge,
running on the water,
coming through the fog,
your sons and daughters.

[guitar]

It's asking for the taking.
Trembling, shaking.
Oh, my heart is aching.
We're coming to the edge,
running on the water,
coming through the fog,
your sons and daughters.

Let the river run,
let all the dreamers
wake the nation.
Come, the New Jerusalem.


Carly Simon (BSO ARMAS DE MUJER)

martes, diciembre 13, 2005

Para A.

Podría dejarme mecer por recuerdos sencillos, de esos que forman parte de todas las historias. Recuerdos cotidianos que podrían ser tan tuyos y míos como de cualquier otra pareja. Podría hacerlo, te repito, y sé que tal vez justo ahora me emocionarían más que cualquier fugaz confesión de amor eterno o pasión desmedida.

Hoy, un lunes como cualquier lunes en el que nada especial ha ocurrido en mi vida, pensar en todos aquellos lunes corrientes que pasé contigo, tal vez me pondría triste. Pensar, por ejemplo, en la esquina donde esperaba a que salieras del trabajo para ir a comer al Chino. La esquina donde hay una librería sobre Historia, y donde yo buscaba siempre en el escaparate la aparición de un nuevo libro. Y tú, aparecías siempre por la misma acera con tu singular forma de andar. Y no sentir que el corazón me diera un brinco o que las rodillas me temblaran al verte aparecer, no era razón para sentirse triste, ahora lo sé...aquello sólo era paz. No tener que enfrentarme al reto de conocerte y descubrir si me enamorabas o no, era paz. Confesar sin vergüenza que no conozco este libro, o aquella película, o dónde está exáctamente Tanzania, era paz. Decirte que me apetece y que no me apetece, sin medir mis palabras, era paz. Levantarme por las mañanas y saber que estabas, sin necesidad de imaginar dónde o con quién, era paz. Descubrir algo que te gustaba y regalártelo, era paz. Tener algo que contar y poder contártelo, era paz. Saber que estabas esperándome donde terminaba mi viaje en metro, era paz. Acercarme a ti y besarte, y saber que te hacía feliz sin necesidad de ponerte ya nervioso, era paz. Tenerte conmigo durante años...me daba paz.

Pero un día desperté y sentí que aún era joven para la paz y que desde el frente, me llamaban las trincheras. Y ahora, como todos los soldados, desde las trincheras, sueño con que de nuevo, algún día: llegue la paz...

(porque, aunque ya no siento lo que sentía, alguna vez...lo sentí)

lunes, diciembre 12, 2005

CALLE MELANCOLÍA (en Lavapiés, seguro)


Como quien viaja a lomos de una yegua sombría,
por la ciudad camino, no preguntéis adónde.
Busco acaso un encuentro que me ilumine el día,
y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.
Las chimeneas vierten su vómito de humo
a un cielo cada vez más lejano y más alto.
Por las paredes ocres se desparrama el zumo
de una fruta de sangre crecida en el asfalto.
Ya el campo estará verde, debe ser Primavera,
cruza por mi mirada un tren interminable,
el barrio donde habito no es ninguna pradera,
desolado paisaje de antenas y de cables.

Vivo en el número siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.


Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,
que viene de la noche y va a ninguna parte,
así mis pies descienden la cuesta del olvido,
fatigados de tanto andar sin encontrarte.
Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,
ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;
me enfado con las sombras que pueblan los pasillos
y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.
Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventanas donde agarrarse, soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.

Vivo en el número siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía


J. Sabina

"Superar exige asumir, no pasar página o echar en el olvido. En el caso de una tragedia requiere, inexcusablemente, la labor del duelo, que es del todo independiente de que haya o no reconciliación y perdón. En España no se ha cumplido con el duelo, que es, entre otras cosas, el reconocimiento público de que algo es trágico y, sobre todo, de que es irreparable. Por el contrario, se festeja, una y otra vez, en la relativa normalidad adquirida, la confusión entre que algo sea ya materia de historia y el que no lo sea aún, y en cierto modo para siempre, de vida y de ausencia de vida. El duelo no es ni siquiera cuestión de recuerdo: no corresponde al momento en que uno recuerda a un muerto, un recuerdo que puede ser doloroso o consolador, sino a aquél en que se patentiza su ausencia definitiva. Es hacer nuestra la existencia de un vacío".
Carlos Piera, "Introducción" a Tomás Segovia:
En los ojos del día: antología poética

miércoles, diciembre 07, 2005

Diciembre


Cuando era pequeña y quería cambiar algo de lo que pasaba en el mundo, cerraba los ojos y decía para mí misma “que no sea cierto, que sea un sueño, que desaparezca”. Ahora ya no me ocurre esto. Ahora cuando me gustaría que algo en mi vida cambiara, que alguna crisis terminara, siento que debo esperar y ser paciente. Y a mi siempre me ha costado ser paciente. Pero ahora siento que debo hacerlo. Con lo que ocurre fuera de mi piel y con lo que ocurre dentro.


A veces no me apetece llevarme bien con el mundo. Pero ni siquiera esas veces me quiero bajar del tren. Sigo pensando que soy afortunada, y que las batallas perdidas y las sombras en la mirada solo consiguen volverme más real y más mujer. Y también por eso, soy afortunada.