miércoles, diciembre 30, 2009

Feliz año nuevo

Seria fantàstic

que anès equivocat

i que el wàter no fos ocupat.


Que fes un bon dia

i que ens fes un bon pes.

Que Sant Pere, pagant, no cantés.


Seria fantàstic

que res no fos urgent.

No passar mai de llarg i servir per quelcom.

Anar per la vida sense compliments

anomenant les coses pel seu nom.

Cobrar en espècies i sentir-se ben tractat

i pixar-se de riure i fer volar

coloms.


Seria tot un detall,

tot un símptoma d'urbanitat,

que no perdessin sempre els mateixos

i que heretessin els desheretats.

Seria fantàstic

que guanyés el millor

i que la força no fos la raó.


Que s'instal•lés al barri

el paradís terrenal.

Que la ciència fos neutral.


Seria fantàstic

no passar per l'embut.

Que tot fos com és manat i ningú

no manés.

Que arribés el dia del sentit comú.

Trobar-se com a casa a tot arreu.

Poder badar sense córrer perill.

Seria fantàstic que tots fóssim fills de Déu.


Seria tot un detall

i tot un gest, per la teva part,

que coincidíssim, et deixessis convèncer

i fossis... tal com jo t'he imaginat.


--------------------------


Seria fantástico

que andara equivocado

y que el wáter no estuviera ocupado.


Que hiciera un buen día

y que no nos engañaran en el peso.

Que San Pedro, pagándole, no cantara


Seria fantástico

que nada fuera urgente.

No pasar nunca de largo y servir para algo.

Ir por la vida sin cumplidos

nombrando a las cosas por su nombre.

Cobrar en especies y sentirse bien tratado

y mearse de risa y hacer volar

palomas.


Seria todo un detalle

todo un síntoma de urbanidad

que no perdiesen siempre los mismos

y que heredasen los desheredados.

Seria fantástico

que ganara el mejor

y que la fuerza no fuera la razón.


Que se instalara en el barrio

el paraíso terrenal.

Que la ciencia fuera neutral.


Seria fantástico

no pasar por el embudo.

Que todo fuera como está mandado

y que no mande nadie.

Que llegara el día del sentido común.

Encontrarse como en casa en todos lados.

Poder encantarse sin correr peligro.

Seria fantástico que todos fuéramos Hijos de Dios.


Seria todo un detalle

y todo un gesto, por tu parte,

que coincidiésemos, te dejases convencer

y fueses... como yo siempre te imaginé.


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domingo, julio 26, 2009

martes, julio 14, 2009

HÉROES DE LA ANTARTIDA

Un buen momento para reconocer que hay canciones que me gustaron. Y que me siguen gustando. Yo sería más de enrolarme en el Pequod, pero quien sabe...

Y sigo leyendo a Tintín en la cama.

Buenas noches, Indianas del mundo.





18 de enero de 1912, el capitán Scott acompañado de Evans,

Wilson, Bowers y Oates, alcanza el Polo Sur. Pero fracasa en la

hazaña de ser el primero, sobre el punto de latitud 0 ondea ya

la bandera noruega del explorador Amundsen. Exhaustos y

fracasados emprenden el regreso.



16 de febrero Polo Sur

cinco ingleses por el desierto Azul

Evans va último de la fila

y colgada de su mochila

va la muerte dispuesta a demostrar

que una vez muerto

no se está mal en aquel lugar.



No hubo lápida

si hubo plática

que Dios salve a la reina

gloria eterna a los héroes

de la Antártida.



6 de marzo y Oates no puede más

son sus pies dos cuchillas de cristal

de arrastrarse en algunos tramos

tiene heladas también las manos

pero nadie le quiere abandonar

y mientras duermen

sale al paso de la eternidad.



No hubo lápida

si hubo plática

que Dios salve a la reina

gloria eterna a los héroes

de la Antártida.



30 de marzo

aquí acaba el diario

de Bowers, Wilson y Scott

que las ayudas que nunca nos llegaron

vayan a los que quedaron

nuestros hijos, nuestras viudas

como un inglés

mueren tres.



No hubo lápidas

no hubo pláticas

no hubo Dios

ni hubo reina

sólo nieves eternas

en la Antártida.



(1) ¿Quién se acuerda del Capitán Scott,

Evans, Wilson, Bowers y Oates?

(2) ¿Quién se acuerda del Capitán Scott?

Evans, Wilson, Bowers y Oates.

viernes, julio 03, 2009

Sitges


La carretera de la costa hasta Sitges. Los barcos amarrados en los puertos que vamos dejando a un lado, pequeños y blancos como los días de verano. El olor de la crema y tus cigarrillos. Tu pelo revuelto de salitre y arena. El Mediterráneo solo para nosotros.


Pequeñas cosas que lo son todo :)


Gracias.


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miércoles, junio 24, 2009

FELIÇ SANT JOAN A TOTHOM!!!

Las banderas, por favor, que sean: lila, rojas y amarillas :)


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martes, junio 09, 2009

LIBROS Y MÁS LIBROS

Acabo de empezar en mi nuevo trabajo y este fin de semana voy a la Feria del Libro de Madrid. En fin, me encanta trabajar para una editorial.

Y además entrar justo el año que uno de sus "iconos" ¡¡cumple 50 años!!

¡FELICIDADES ASTÉRIX!

domingo, junio 07, 2009

Una adorable criatura

por Truman Capote
Fecha: 28 de abril de 1955. Escenario: La capilla de la Universal Funeral Home, en la avenida Lexington esquina con la calle 52, en la ciudad de Nueva York.

Una interesante multitud se aglomera en los bancos: celebridades procedentes, en su mayor parte, del teatro internacional, del cine, de la literatura, presentes todos para rendir homenaje a Constance Collier, la actriz de origen inglés que había muerto el día anterior a los 75 años[...]
Durante los últimos decenios de su vida vivió en Nueva York, donde enseñó arte dramático con un talento sin igual; en sus clases sólo admitía a profesionales, por lo general, actrices consagradas que ya eran «estrellas»: Katharine Hepburn fue una de sus discípulas permanentes; otra Hepburn, Audrey, también era protegée de Collier, lo mismo que Vivien Leigh, y, durante unos meses antes de su muerte, una neófita a la que la señora Collier se refería como «mi problema especial», Marilyn Monroe.
Marilyn Monroe, a quien conocí por medio de John Huston cuando éste la dirigía en su primer papel con diálogo, en La jungla del asfalto, entró bajo la protección de la señora Collier por sugerencia mía[...] Fui yo quien le presenté a Marilyn Monroe, y al principio no estuvo muy inclinada a tener tratos con ella: era corta de vista, no había visto ninguna película de Marilyn y no sabía absolutamente nada de ella, salvo que era una especie de estallido sexual de color platino que había adquirido fama universal; en resumen, parecía una arcilla difícilmente apropiada para la estricta formación clásica de la señora Collier. Pero pensé que la combinación resultaría estimulante.
Y así fue. «¡Claro que sí!», me aseguró la señora Collier, «tiene algo. Es una adorable criatura. No lo digo en el sentido evidente, en el aspecto quizá demasiado evidente. No creo que sea actriz en absoluto, al menos en la acepción tradicional. Lo que ella posee, esa presencia, esa luminosidad, esa inteligencia deslumbrante, se perdería en un escenario. Es tan frágil y delicada que sólo puede captarlo una cámara. Es como el vuelo de un colibrí: sólo una cámara puede expresar su poesía. Pero el que crea que esta chica es simplemente otra Harlow o una ramera, o algo por el estilo, está loco[...]»
Pero ahora la señora Collier había muerto. Y ahí estaba yo, paseando por el vestíbulo de la Universal Chapel mientras esperaba a Marilyn; habíamos hablado por teléfono la noche anterior, quedando de acuerdo para sentarnos juntos durante la ceremonia, cuyo inicio estaba previsto para mediodía. Llegó media hora tarde; siempre llegaba tarde, pero yo pensaba: «¡Por el amor de Dios, maldita sea, sólo por una vez!» Y entonces apareció de pronto y no la reconocí, hasta que dijo...
MARILYN: ¡Vaya, cuánto lo siento, chico! Cuando ya estaba maquillada, pensé que quizá fuese mejor no llevar pestañas postizas, ni maquillaje, ni nada, así que me lo quité todo, y además no se me ocurría qué ponerme...
O(Lo que se le ocurrió ponerse habría sido apropiado para la abadesa de un convento en audiencia privada con el Papa. Llevaba el pelo enteramente oculto por un pañuelo de gasa negra; un vestido negro, suelto y largo, que en cierto modo parecía prestado; medias negras de seda apagaban el brillo dorado de sus esbeltas piernas.Con toda seguridad, una abadesa no se habría calzado unos zapatos negros de tacón alto tan vagamente eróticos como los que ella había escogido, ni las gafas oscuras que le daban aspecto de búho y resaltaban la palidez de su piel de vainilla y leche fresca).
TC: Estás muy bien.
MARILYN (mordisqueándose una uña roída ya hasta el final): ¿Estás seguro? Es que estoy tan nerviosa. ¿Dónde está el lavabo? Si pudiera ir un momentito...
TC: ¿Y tomarte una pastilla? ¡No! ¡Chitón! Esa es la voz de Cyril Ritchard: ha empezado el elogio fúnebre.
O([...]A lo largo del servicio Marilyn no dejó de quitarse las gafas para enjugar las lágrimas que se desbordaban de sus ojos azulgrises. En ocasiones la había visto sin maquillaje, pero aquel día ofrecía una nueva experiencia visual, un rostro que yo no había observado antes, y al principio no me di cuenta de qué podría ser. ¡Ah! Se debía al sombrío pañuelo de la cabeza.Con los bucles invisibles y el cutis limpio de cosméticos, parecía tener 12 años; una virgen pubescente que acaba de entrar en un orfanato y está llorando su desgracia. La ceremonia terminó al fin, y los asistentes comenzaron a dispersarse).
MARILYN: Quedémonos aquí sentados, por favor. Esperemos a que salga todo el mundo.
TC: ¿Por qué?
MARILYN: No quiero hablar con nadie. Nunca sé qué decir.
TC: Entonces, quédate ahí sentada y yo esperaré fuera. Tengo que fumar un pitillo.
MARILYN: ¡No puedes dejarme sola! ¡Dios mío! Fuma aquí.
TC: ¿Aquí? ¿En la capilla?
MARILYN: ¿Por qué no? ¿Qué te quieres fumar? ¿Un porro?
TC: Muy graciosa. Venga, vámonos.
MARILYN: Por favor. Hay un montón de fotógrafos ahí fuera. Y, desde luego, no quiero que me hagan fotografías con esta facha.
TC: No te lo reprocho.
MARILYN: Has dicho que estaba muy bien.
TC: Y es cierto. Estás perfecta..., para interpretar La novia de Drácula.
MARILYN: Ya te estás riendo de mí.
TC: ¿Tengo yo pinta de reírme?
MARILYN: Te estás riendo por dentro. Y ésa es la peor risa. (Frunciendo el ceño; mordisqueándose la uña del pulgar.) En realidad, podría haberme maquillado. Toda esa gente llevaba maquillaje.
TC: Yo también. A paletadas.
MARILYN: Lo digo en serio. Es el pelo. Necesito un tinte. Y no he tenido tiempo de dármelo. Ha sido tan inesperado... La muerte de la señora Collier y todo lo demás. ¿Ves?
(Levantó un poco el pañuelo, mostrando una franja oscura en la raya del pelo.)
TC: ¡Pobre inocente de mí! ¡Todo este tiempo pensando que eras rubia natural!
MARILYN: Lo soy. Pero nadie es así de natural. Y, de paso, que te follen.
TC: Muy bien, ya ha salido todo el mundo. Así que vamos, arriba.
MARILYN: Esos fotógrafos siguen ahí fuera. Lo sé.
TC: Si no te han reconocido al entrar, tampoco te conocerán al salir.
MARILYN: Uno de ellos me reconoció. Pero me escabullí por la puerta antes de que empezara a chillar.
TC: Estoy seguro de que hay una entrada trasera. Podemos salir por allí.
MARILYN: No quiero ver cadáveres.
TC: ¿Por qué habríamos de verlos?
MARILYN: Esto es una funeraria. Deben de tenerlos en alguna parte.Lo único que me faltaría hoy sería meterme en una habitación llena de cadáveres. Ten paciencia. Iremos a algún sitio y te invitaré a una botella de champán.
O(Así que seguimos sentados, hablando, y Marilyn dijo: «Odio los funerales. Me alegro de no tener que ir al mío. Pero no quiero ceremonias, tan sólo mis cenizas arrojadas al agua por uno de mis hijos, si llego a tener alguno. No habría venido hoy a no ser porque la señora Collier se preocupaba de mí, de mi bienestar, y era como una abuela, como una abuela vieja y dura, pero me enseñó mucho. Me enseñó a respirar. Me ha servido de mucho, además, y no sólo para actuar. A veces, respirar es un verdadero problema»[...]
Comentamos cuánto nos gustaba vivir en Nueva York y cómo detestábamos Los Angeles [«A pesar de que nací allí, sigue sin ocurrírseme nada bueno de esa ciudad. Si cierro los ojos y me imagino Los Angeles, lo único que veo es una enorme vena varicosa»]; hablamos de actores y de actuación [«Todo el mundo dice que no sé actuar.Lo mismo dijeron de Elizabeth Taylor, y se equivocaron. Estuvo extraordinaria en Un lugar en el sol. Nunca conseguiré el papel adecuado, nada que me guste verdaderamente. Mi físico está contra mí»]; hablamos algo más de Elizabeth Taylor, quería saber si la conocía, le dije que sí y ella me preguntó cómo era, cómo era en realidad, y yo contesté: pues se parece un poco a ti, es enteramente sincera y tiene una conversación ingeniosa, y Marilyn dijo que te follen, y añadió: bueno, si alguien te preguntara cómo es Marily, cómo es en realidad, ¿qué le dirías?, y yo contesté que tendría que pensarlo).
TC: ¿Crees que ya podemos largarnos de aquí? Me prometiste champán, ¿recuerdas?
MARILYN: Lo recuerdo. Pero no tengo dinero.
TC: Siempre llegas tarde y nunca llevas dinero. ¿Es que por casualidad te figuras que eres la reina Isabel?
MARILYN: ¿Quién?
TC: La reina Isabel. La reina de Inglaterra.
MARILYN (frunciendo el ceño): ¿Qué tiene que ver con esto esa gilipollas?
TC: La reina Isabel tampoco lleva dinero nunca. No se lo permiten.El vil metal no debe manchar la real palma de su mano. Es una ley o algo parecido.
MARILYN: Ojalá aprobaran una ley como ésa para mí.
TC: Sigue así y quizá lo hagan.
MARILYN: Pero entonces, ¿cómo paga las cosas? Cuando va de compras, por ejemplo.
TC: Su dama de compañía la sigue con un bolso lleno de calderilla.
MARILYN: ¿Sabes una cosa? Apuesto a que todo se lo dan gratis.A cambio de concesiones.
TC: Es muy posible. No me sorprendería nada. Proveedor de la Real Casa. Perros galeses. Todas esas golosinas de Fortnum & Mason. Hierba. Condones.
MARILYN: ¿Para qué querría ella condones?
TC: Para ella no, boba. Para ese tipo que la sigue a dos pasos.El príncipe Felipe.
MARILYN: Ah, sí. Ese. Es un encanto. Tiene aspecto de tener un buen aparato. ¿Te conté alguna vez lo de aquella ocasión en que vi a Errol Flynn sacársela de repente y empezar a tocar el piano con ella? ¡Oh, vaya! Ya hace cien años de eso, yo acababa de empezar como modelo, fui a una estúpida fiesta y ahí estaba Errol Flynn, tan orgulloso de sí mismo, se sacó el cipote y tocó el piano con él. Aporreó las teclas. Tocó You are my sunshine. ¡Imagínate! Todo el mundo dice que Milton Berle tiene el chisme más grande de Hollywood. Pero ¿a quién le importa? Oye, ¿no tienes nada de dinero?
TC: Unos 50 dólares, quizá.
MARILYN: Bueno, eso nos llegará para un poco de champán.
O(Al salir, en la avenida Lexington sólo había inofensivos peatones.Eran cerca de las dos, una tarde de abril tan espléndida como se podría desear: un tiempo ideal para dar un paseo. De modo que deambulamos hacia la Tercera Avenida. Algunos transeúntes volvían la cabeza, no porque reconociesen a Marilyn, sino por sus galas de luto; se rió entre dientes con su risita particular, un sonido tan tentador como el cascabeleo de las campanillas en el tren de la risa, y dijo: «Quizá debiera vestirme siempre de esta manera. El perfecto anonimato».
Al acercarnos al local de P.J. Clarke, sugerí que sería un buen sitio para refrescarnos, pero ella se opuso: «Está lleno de esos gacetilleros repugnantes. Y esa zorra de Dorothy Kilgallen siempre está ahí, entrompándose. ¿Qué les pasa a esos irlandeses? ¡Qué manera de beber; son peores que los indios!»)[...]
MARILYN: ¡Eh! ¡En la acera de enfrente!
TC: ¿Qué?
MARILYN: ¿Ves el cartel con la palma de la mano? Debe de ser el consultorio de una adivinadora.
O ([...]Marilyn hizo acción de entrar, pero cambió de parecer)
MARILYN: A veces quiero saber lo que va a pasar. Luego pienso que sería mejor no saberlo. Pero hay dos cosas que me gustaría saber. Una es si voy a adelgazar.
TC: ¿Y la otra?
MARILYN: Es un secreto.
TC: Vamos, vamos. Hoy no podemos tener secretos. Hoy es un día de dolor, y los afligidos comparten sus pensamientos más íntimos.
MARILYN: Bueno, se trata de un hombre. Hay algo que me gustaría saber. Pero eso es todo lo que voy a decirte. Es un secreto, de verdad.
O(Y yo pensé: eso es lo que tú crees; yo te lo sacaré)
TC: Estoy preparado para invitarte a champán.
O(Terminamos en un restaurante chino de la Segunda Avenida, desierto y con muchos adornos. Pero tenía un bar bien provisto y pedimos una botella de Mumm's; nos lo sirvieron sin enfriar y sin cubo, así que lo bebimos en vasos largos con hielo)
MARILYN: Es divertido esto. Como rodar exteriores, si es que a uno le gustan los exteriores. Cosa que desde luego a mí no me gusta nada. Niágara. ¡Qué asco! ¡Uf!
TC: Así que cuéntame lo de ese amante secreto.
MARILYN: (Silencio.)
TC: (Silencio.)
MARILYN: (Risitas.)
TC: (Silencio.)
MARILYN: Tú conoces a muchas mujeres. ¿Cuál es la más atractiva que conoces?
TC: Barbara Paley, sin duda. Indiscutiblemente.
MARILYN (frunciendo el ceño): ¿Es ésa a la que llaman Babe? Desde luego, a mí no me parece ninguna niña. La he visto en Vogue y demás. Es tan elegante... Encantadora. Sólo con mirar fotografías de ella me siento como una fregona.
TC: A ella le divertiría oír eso. Está muy celosa de ti.
MARILYN: ¿Celosa de mí? Ya estás otra vez tomándome el pelo.
TC: Nada de eso. Está celosa.
MARILYN: Pero ¿por qué? [...]
TC: ¡Vamos, vamos! ¡Sé sincera conmigo! Ese amante secreto tuyo...es William S. Paley, n'est-ce-pas?
MARILYN: ¡No! Es un escritor. Un escritor.
TC: Eso está mejor. Ya vamos a alguna parte. Así que tu amante es un escritor. Debe de ser un auténtico ganapán, si no, no te daría vergüenza decirme cómo se llama.
MARILYN: (furiosa, frenética): ¿Qué quiere decir la ese?
TC: ¿La ese? ¿Qué ese?
MARILYN: La ese de William S. Paley.
TC: ¡Ah, esa ese! No creo que signifique nada. La ha debido de poner para darse tono.
MARILYN: ¿Es sólo una inicial que no representa ningún nombre? ¡Dios mío! El señor Paley debe de sentirse algo inseguro.
TC: Tiene muchos tics. Pero volvamos a nuestro misterioso escriba.
MARILYN: ¡Cállate! No lo entiendes. Tengo mucho que perder.
TC: Camarero, otra botella de Mumm's, por favor.
MARILYN: ¿Estás tratando de tirarme de la lengua?
TC: Sí. Te propongo una cosa. Haremos un trato. Yo te contaré una historia y, si la encuentras interesante, quizá podamos hablar luego de tu amigo escritor.
MARILYN (tentada pero reacia): ¿De qué trata tu historia?
TC: De Errol Flynn.
MARILYN: (Silencio.)
TC: (Silencio.)
MARILYN (odiándose a sí misma): Vale, empieza.
TC: ¿Recuerdas lo que has dicho de Errol? ¿Lo orgulloso que estaba de su cipote? Puedo garantizarlo. Una vez pasamos una agradable noche juntos. ¿Me comprendes?
MARILYN: Te lo estás inventando. Me quieres engañar.
TC: Palabra de honor. Estoy jugando limpio. (Silencio; pero veo que ha picado, así que tras encender un pitillo...) Pues eso ocurrió cuando yo tenía dieciocho años. Diecinueve. Fue durante la guerra. En el invierno de 1943. Aquella noche, Carol Marcus, o quizá se había convertido ya en Carol Saroyan, dio una fiesta para su mejor amiga, Gloria Vanderbilt. La celebró en el piso de su madre, en Park Avenue. Una gran fiesta. Unas cincuenta personas. A eso de medianoche se presentó Errol Flynn con su amigo inseparable, un mujeriego fanfarrón llamado Freddie McEvoy.Los dos estaban bastante borrachos. A pesar de eso, Errol empezó a charlar conmigo y estuvo divertido, nos hicimos reír el uno al otro; de pronto dijo que quería ir a El Morocco, y que yo les acompañase a él y a su amigo McEvoy. Le dije que muy bien, pero McEvoy dijo entonces que él no quería dejar la fiesta con todas aquellas muchachas que acababan de ponerse de largo, así que Errol y yo terminamos yéndonos solos. Pero no fuimos a El Morocco. Tomamos un taxi hasta Gramercy Park, donde yo tenía un pisito de una habitación. Se quedó hasta el mediodía siguiente.
MARILYN: ¿Y qué puntuación le darías? En una escala de uno a diez.
TC: Francamente, si no hubiera sido Errol Flynn, no creo que lo hubiese recordado.
MARILYN: No es una historia maravillosa. No vale lo que la mía; ni por asomo.
TC: Camarero, ¿dónde está nuestro champán? Estamos sedientos.
MARILYN: Y no me has contado nada nuevo. Siempre he sabido que Errol lo hacía a pelo y a pluma. Mi masajista, que prácticamente es como una hermana, atendía a Tyrone Power, y me ha contado el asunto que se traían Errol y Ty Power. No, tendrá que ser algo mejor que eso.
TC: Me lo pones difícil.
MARILYN: Te escucho. Así que oigamos tu mejor experiencia. En ese aspecto.
TC: ¿La mejor? ¿La más memorable? Suponte que contestas tú primero a esa pregunta.
MARILYN: ¡Y soy yo quien lo pone difícil! ¡Ja! (Bebiendo champán.) Joe no está mal. Marca buenos tantos. Si sólo se tratara de eso, aún seguiríamos casados. Sin embargo, todavía le quiero. Es auténtico.
TC: Los maridos no cuentan. En este juego, no.
MARILYN (mordiéndose las uñas; pensando): Bueno, conocí a un hombre que está emparentado de alguna manera con Gary Cooper.Un corredor de bolsa, nada atractivo; tiene sesenta y cinco años y lleva unas gafas de cristales muy gruesos. Es gelatinoso como una medusa. No sé qué pasó, pero...
TC: No te esfuerces. Otras chicas me han hablado de él con todo detalle. Ese viejo verde tiene mucha cuerda. Se llama Paul Shields.Es padrastro de Rocky Cooper. Dicen que es sensacional.
MARILYN: Lo es. Muy bien, listillo. Te toca a ti.
TC: Olvídalo. No tengo que contarte absolutamente nada. Porque sé cuál es la maravilla que ocultas: Arthur Miller. (Bajó sus gafas oscuras: ¡cielos!, si las miradas mataran, ¡uf!) Lo adiviné en cuanto dijiste que era escritor.
MARILYN (balbuceando): Pero ¿cómo? Quiero decir, nadie..., quiero decir, casi nadie...
TC: Hace tres años, por lo menos, o cuatro, Irving Drutman...
MARILYN: ¿Irving qué?
TC: Drutman. Es un redactor del Herald Tribune. Me contó que andabas tonteando con Arthur Miller. Que estabas colada por él.Soy demasiado caballero para haberlo mencionado.
MARILYN: ¡Caballero! ¡Un cabrón! (Balbuceando de nuevo, pero con las gafas oscuras en su sitio.) No lo entiendes. Eso fue hace tiempo. Aquello terminó. Pero esto es nuevo. Ahora todo es distinto, y...
TC: Que no se te olvide invitarme a la boda.
MARILYN: Si hablas de esto, te mato. Haré que te liquiden. Conozco a un par de tipos que me harían gustosos ese favor.
TC: No lo pongo en duda ni por un momento.
(Por fin volvió el camarero con la segunda botella)
MARILYN: Dile que se la vuelva a llevar. No quiero más. Quiero largarme de aquí.
TC: Si te he molestado, lo siento.
MARILYN: No estoy enfadada.
O (Pero lo estaba. Mientras yo pagaba la cuenta se fue al tocador.y deseé tener un libro para leer: sus visitas al lavabo de señoras a veces duraban tanto como el embarazo de una elefanta. Mientras pasaba el tiempo, me pregunté tontamente si estaría tomando estimulantes o tranquilizantes. Tranquilizantes, sin duda. Había un periódico encima de la barra y lo cogí; estaba en chino. Cuando pasaron veinte minutos, decidí investigar. Quizá se había tomado una dosis mortal, o a lo mejor se había cortado las venas. Encontré el lavabo de señoras y llamé a la puerta. Ella dijo: «Pase.» Dentro, se estaba observando en un espejo mal iluminado. Le pregunté: «¿Qué estás haciendo?» Contestó: «Miro a Marilyn.» En efecto, se estaba pintando los labios con un lápiz de color rubí. Además, se había quitado el sombrío pañuelo de la cabeza y había peinado su lustrosa cabellera, fina como algodón de azúcar)
MARILYN: Espero que te quede suficiente dinero.
TC: Eso depende. No lo bastante como para comprar perlas, si ésa es tu idea del desagravio.
MARILYN (con risitas, otra vez de buen humor. Decidí no volver a mencionar a Arthur Miller): No. Sólo lo bastante para un largo paseo en taxi.
TC: ¿Adónde vamos? ¿A Hollywood?
MARILYN: ¡No, hombre! A un sitio que me gusta. Lo sabrás cuando lleguemos.
O(No tuve que esperar tanto, porque nada más parar un taxi dio órdenes al conductor para que se dirigiese al muelle de South Street, y pensé: ¿No es ahí donde se toma el transbordador para Staten Island? Y mi siguiente conjetura fue: ha tomado pastillas después del champán y está completamente ida)
TC: Supongo que no vamos a dar un paseo en barco. No llevo mi Dramamina.
MARILYN (contenta, riéndose): Sólo por el muelle.
TC: ¿Puedo preguntar por qué?
MARILYN: Me gusta estar allí. Huele a países remotos y doy de comer a las gaviotas.
TC: ¿Con qué? No tienes nada para darles.
MARILYN: Sí. Tengo el bolso lleno de pastelitos de la suerte.Los he robado en el restaurante.
TC (tomándole el pelo): ¡Ah, sí! Cuando estabas en el lavabo abrí uno. El papelito de dentro llevaba un chiste verde.
MARILYN: ¡Vaya! ¿Pastelitos de la suerte verdes?
TC: Estoy seguro de que a las gaviotas no les importará.
O(En el trayecto pasamos por el Bowery. Diminutas casas de empeño, puestos de donar sangre, pensiones de cincuenta centavos el catre, pequeños hoteles sombríos de un dólar la cama y bares para blancos, bares para negros, en todas partes mendigos, pedigüeños jóvenes, nada jóvenes, ancianos, vagabundos en cuclillas al borde de la acera, agachados entre vidrios rotos y vomiteras, pordioseros reclinados en portales y apelotonados como pingüinos en las esquinas.Una vez, al detenernos ante un semáforo en rojo, un espantapájaros de purpúrea nariz se acercó a nosotros dando traspiés y empezó a restregar al parabrisas del taxi con un trapo húmedo, sujeto con mano temblorosa. Nuestro conductor, furioso, gritó obscenidades en italiano)
MARILYN: ¿Qué pasa? ¿Qué ocurre?
TC: Quiere una propina por limpiar el cristal.
MARILYN: (tapándose la cara con el bolso): ¡Qué horror! No lo puedo soportar. Dale algo. Deprisa. ¡Por favor!
O(Pero el taxi arrancó a toda prisa, casi derribando al viejo borrachín. Marilyn se echó a llorar)
MARILYN: Me he puesto mala.
TC: ¿Quieres irte a casa?
MARILYN: Todo se ha estropeado.
TC: Te llevaré a casa
MARILYN: Espera un minuto. Me pondré bien.
O(Así llegamos a South Street, y efectivamente la visión de un transbordador anclado allí, con la silueta de Brooklyn al otro lado del agua y las blancas gaviotas que describían piruetas contra un horizonte marino salpicado de leves y algodonosas nubes como encajes delicados, ese cuadro, tranquilizó pronto su espíritu.
Al bajarnos del taxi vimos a un hombre que llevaba a un chow-chow de la correa, un posible pasajero en dirección al transbordador y, cuando nos cruzamos con ellos, mi acompañante se agachó para acariciar la cabeza del perro)
EL HOMBRE: (con tono firme, pero no hostil): No debería tocar a perros que no conozca. Especialmente a los chow. Podrían morderla.
MARILYN: Los perros no me muerden. Sólo los seres humanos. ¿Cómo se llama?
EL HOMBRE: Fu Manchú.
MARILYN (riendo): ¡Oh! Como en la película. Tiene gracia.
EL HOMBRE: ¿Cuál es el suyo?
MARILYN: ¿Mi nombre? Marilyn.
EL HOMBRE: Lo que me figuraba. Mi mujer nunca me creerá. ¿Podría darme un autógrafo?
O(Sacó una tarjeta y una pluma; utilizando el bolso como apoyo, escribió: «Dios le bendiga, Marilyn Monroe»)
MARILYN: Gracias
EL HOMBRE: Gracias a usted. Ya verá cuando lo enseñe en la oficina.
O (Llegamos a la orilla del muelle y escuchamos el chapoteo del agua)
MARILYN: Yo solía pedir autógrafos. A veces lo hago todavía.El año pasado, Glark Gable estaba sentado junto a mí en Chasen's y le pedí que me firmara la servilleta.
O (Apoyada en un poste de amarre, me daba el perfil: Galatea contemplando lejanías inexploradas. La brisa le acariciaba el pelo, y su cabeza se volvió hacia mí con etérea a suavidad, como movida por el aire)
TC: Pero ¿cuándo damos de comer a los pájaros? Yo también tengo hambre. Es tarde y no hemos almorzado.
MARILYN: Recuerdas que te dije que si alguien te preguntaba cómo era verdaderamente Marilyn Monroe..., bueno, ¿qué le contestarías? (Su tono era inoportuno, burlón, pero también grave: quería una respuesta sincera) Apuesto a que dirías que soy una estúpida.Una sentimental.
O (La luz se iba. Marilyn parecía esfumarse con ella, mezclarse con el cielo y las nubes, disolverse a lo lejos. Quería elevar mi voz sobre los chillidos de las gaviotas y llamarla para que volviese: ¡Marilyn! ¿Por qué todo tuvo que acabar así, Marilyn? ¿Por qué todo tuvo que acabar así Marilyn? ¿Por qué la vida tiene que ser tan terrible?)
TC: Diría...
MARILYN: No te oigo
TC: Diría que eres una adorable criatura.

jueves, junio 04, 2009

VENTANA SOBRE LAS PROHIBICIONES

En la pared de una fonda de Madrid, hay un cartel que dice: Prohibido el cante.
En la pared del aeropuerto de Río de Janeiro, hay un cartel que dice: Prohibido jugar con los carritos porta-valijas.

O sea: todavía hay gente que canta, todavía hay gente que juega.



Eduardo Galeano. "Las Palabras Andantes".

martes, mayo 19, 2009

O QUE TINHA DE SER







Porque foste na vida a última esperança
Encontrar-te me fez criança
Porque já eras meu, sem eu saber sequer
Porque és o meu homem, e eu tua mulher
Porque tu me chegaste
Sem me dizer que vinhas
E tuas mãos foram minhas com calma
Porque foste em minh'alma como um amanhecer
Porque foste o que tinha de ser



lunes, mayo 18, 2009

LLANTO DE LA MENGANA


Nos hemos vuelto a quedar huérfanos, casi a la semana de que se fuera Antonio Vega, se nos marcha también Mario Benedetti. Don Mario.
Hace casi cuatro años le regalé un libro suyo a un amigo. Y él descubrió entre sus páginas, como lo estaba haciendo yo también, poemas que hablaban de nosotros. Porque el fulano que extraña y suspira... y la mengana que se va por los tejados pero siempre vuelve, somos todos los que amamos sinceramente.
Gracias por ser parte de nuestra historia. Que lindo es quererse como un poema de Benedetti.


Bienvenida
Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más docil
ni más cauta
tan solo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabes
cómo te pienso y te enumero

después de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales
ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco

yo nostalgio
tu nostalgias
y cómo me revienta que él nostalgie

tu rostro es la vanguardia
tal vez llega primero
porque lo pinto en las paredes
con trazos invisibles y seguros

no olvides que tu rostro
me mira como pueblo
sonríe y rabia y canta
como pueblo
y eso te da una lumbre
inapagable
ahora no tengo dudas
vas a llegar distinta y con señales
con nuevas
con hondura
con franqueza

sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas.

Corazón coraza

Porque te tengo y no

porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza



porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro



porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque

la noche pase y yo te tenga

y no.


Hagamos un trato


Cuando sientas tu herida sangrar
cuando sientas tu voz sollozar
cuenta conmigo

(de una canción de Carlos Puebla)

Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo

sábado, mayo 16, 2009

ADIOS ANTONIO


Gracias por tanto. Buen viaje a Orión.



Por alcanzar su amor
tres mundos recorrí.
El mundo de los niños,
el del loco
y el que acaba por venir.

Si alguna vez dudé
de ser un ganador,
hoy sé que a tu lado
jamás fui un perdedor.

Lo que la vida nos dió
ni la distancia ni el tiempo nos lo quitó,
pues de los dos nació
la Historia de la Tierra y de Orión.

Por dentro nuestro hogar,
por fuera de los dos;
por dentro los amigos,
por fuera alguien de más.

Al mundo he de contar
hasta perder la voz
que un ángel vino desde Orión
Marga, mi ángel, y yo.

Lo que la vida nos dió
ni la distancia ni el tiempo nos lo quitó,
pues de ellos dos nació
la Historia de la Tierra y de Orión.
Marga, mi ángel, y yo.

lunes, mayo 11, 2009

Desde el tintero de mi corazón...



La musa es una sola musa
o es una serpiente de muchas cabezas,
los buscadores de promesas,
la tientan con cerveza,
si se va puede volver, el día menos pensado,
para darle su consuelo, al poeta mal hablado.

No son mujeres ausentes, no son cuchillos en los dientes,
no son martes de carnaval de Brasil,
no son canciones urgentes,
no son asuntos pendientes,
no son martes de carnaval de Brasil,
(tristeza nao tein fim)

Habrá que desenvainar las espadas del texto,
Y escribir una canción aunque no haya algún pretexto,
y dedicársela al primero que pase caminando,
al que se quedó pensando, al que no quiere pensar,
al olvido selectivo, a la memoria perdida,
a los pedazos de vida que no vamos a perder... jamás.

No son mujeres ausentes, no son cuchillos en los dientes,
no son martes de carnaval de Brasil,
no son canciones urgentes,
no son asuntos pendientes,
no son martes de carnaval de Brasil.



letra de Andres Calamaro, Carnaval de brasil

viernes, mayo 08, 2009

CONCURSOS VARIOS

No es que una piense que ganar un concurso literario sea fácil. No es ni siquiera que una piense, que tiene o tendrá alguna vez en la vida la posibilidad de ganar alguno. Pero aún así, cuando decide intentarlo y presenta su obrita, le jode sobremanera descubrir que todo es un paripé para hacer publicidad de aquel que lo organiza. Estoy hablando de un concurso de microrrelatos puntual que hace un par de años convoca una conocida multinacional de venta de libros, música y tecnología variada proviniente de nuestro país vecino... oh la la!. En fin, ya saben ustedes.
Pues resulta que no me jode menos darme cuenta de estas cosas porque tardara 5 minutos en escribir mi relato. En el fondo, ¿cuánto más se puede tardar en escribir 150 palabras?. Me toca la moral igualmente ver al tercer día de votación popular que el mío lo habían leido uns 300 personas (o menos, algunos varias veces, de ahí el elevado número), y me había pasado los dos días avisando a familia y amigos de que lo leyeran y en el caso de que les gustara, me regalaran su voto. Y digo que me toca la moral, porque ese segundo día había otros que tenían 107.000 lecturas. Manda huevos.





En realidad he de admitir que tal vez lo que me toque realmente los cojones y me desanime enormemente sea darme cuenta de que mi vida social es muy precaria... Oh, Dios mío! qué sola estoy en el mundo (literario, al menos).

viernes, abril 24, 2009

LA TORMENTA...





Yo tuve un gran amor durante un chaparrón
y sentí aquella vez tan intensa pasión
que ahora el buen tiempo me da asco
cuando el cielo esta azul no lo puedo ni ver
que se nuble ya el sol, que se ponga a llover,
que caiga pronto otro chubasco.
Confirmando el refrán una noche de Abril
la tormenta estalló, mi vecina febril
asustada con tanto trueno
brincó en un santiamén del lecho en camisón
y se vino hacia mí pidiendo protección.
- Auxiliemé usted, sea bueno
abramé por piedad que estoy sola y no sé
si podré resistir, mi marido se fue
pues tiene entre otros muchos fallos
que en las noches así abandona el hogar
por la triste razón de que va a trabajar,
es vendedor de pararrayos -
Bendiciendo al genial Franklin por su invención
en mis brazos le di curso a su petición
y luego el amor hizo el resto
mira tú que instalar para rayos por ahí
y olvidarte poner en tu casa, caray
cometiste un error funesto.
Varias horas después, cuando al fin escampó
ella se hubo de ir, pero antes me citó
para la próxima tormenta
- mi esposo va a llegar y si en casa no estoy
se me va a resfriar, así que ya me voy,
a secarle la cornamenta -
Desde entonces jamás he dejado el balcón
no hago más que poner la máxima atención
en cirros, cumulos y estratos
la menor nube gris me colma de placer
Aunque ha decir verdad sé que no han de volver
tan torrenciales arrebatos
A base de vender palitos de metal
su marido reunió un pingué capital
y se hizo multimillonario y a vivir la llevó
a un imbécil país donde si oye llover
será porque haga pis algún niño del vecindario.
Ojalá mi canción llegue al Sahara aquel
a decirle que yo le seré siempre fiel
que la llevo dentro del alma
que aunque sople el Simún
con seca realidad un día nos reunirá una gran tempestad
tras la que no vendrá la calma.

jueves, abril 09, 2009

Brindo por las veces que perdimos las mismas batallas...




A love-struck Romeo sings the streets a serenade
Laying everybody low with a love song that he made.
Finds a streetlight, steps out of the shade
Says something like, "You and me babe, how about it?"

Juliet says, "Hey, it's Romeo, you nearly gave me a heart attack!"
He's underneath the window, she's singing, "Hey la, my boyfriend's back.
You shouldn't come around here singing up to people like that...
Anyway, what you gonna do about it?"

ROMEO:
Juliet, the dice was loaded from the start
And I bet when you exploded into my heart
And I forget I forget the movie song.
When you gonna realize it was just that the time was wrong, Juliet?

Come up on different streets, both the streets of shame.
Both dirty, both mean, yes in the dream it was just the same
And I dreamed your dream for you and now your dream is real.
How can you look at me as if I was just another one of your deals?

Well you can fall for chains of silver,
You can fall for chains of gold,
You can fall for pretty strangers
And the promises they hold.
You promised me everything, you promised me thick and thin, yeah!
Now you just say, "Oh Romeo? Yeah, you know I used to have a scene with him".

Juliet, when we made love, you used to cry.
You said, "I love you like the stars above, I'll love you 'til I die".
There's a place for us, you know the movie song.
When you gonna realize it was just that the time was wrong, Juliet?

I can't do the talks, like the talk on TV
And I can't do a love song, like the way it's meant to be.
I can't do everything, but I'll do anything for you.
I can't do anything, except be in love with you!
And all I do is miss you and the way we used to be.
All I do is keep the beat... and bad company.
Now all I do is kiss you through the bars of a rhyme,
Juliet, I'd do the stars with you any time!

Juliet, when we made love you used to cry.
You said, "I love you like the stars above, I'll love you 'til I die".
There's a place for us, you know the movie song.
When you gonna realize it was just that the time was wrong, Juliet?

NARRATOR:
A love-struck Romeo sings the streets a serenade
Laying everybody low with a lovesong that he made
Finds a convenient streetlight, steps out of the shade
He says something like, "You and me babe, how about it?"

ROMEO:
You and me babe, how about it?

lunes, marzo 23, 2009

MADRID



MAX: Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.
DON LATINO: ¡Miau!
MAX: España es una deformación grotesca de la civilización europea.
DON LATINO: ¡Pudiera! Yo me inhibo.
MAX: Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.
DON LATINO: Conforme. Pero a mí me divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato.
MAX: Y a mí. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta. Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.
DON LATINO: ¿Y donde está el espejo?
MAX: En el fondo del vaso.
DON LATINO: ¡Eres genial! ¡Me quito el cráneo!
MAX: Latino, deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida de España.
DON LATINO: Nos mudaremos al callejón del Gato.
MAX: Vamos a ver qué palacio está desalquilado

viernes, marzo 13, 2009

TREINTAÑERA


Esta semana ha sido agotadora, reconfortante, cansadísima y maravillosa. Hemos trasladado la oficina por fin y tenemos la casa entera para nosotros. Soy más Mary Kate Danaher que nunca con todos mis muebles alrededor. He hecho dos entrevistas de trabajo y cruzo los dedos para que me cojan en una de ellas porque sería un flipe trabajar de documentalista allí (si me cogen ya diré dónde es). La primavera ha llegado a Barcelona y estoy intentando camelármela para que se quede...

Este año cumplo 30 años. Estoy orgullosa de todo lo vivido. Soy feliz.

Voy a comprar un vino para celebrarlo y permitidme por una vez brindar con todos los que a veces me leeis: ¡SALUD!
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TREINTAÑERA
http://www.goear.com/listen/4de0ee1/Treintañera-Javier-Krahe

Qué bien andas, manzana patilarga,
como firmas el aire, ole que ole,
oleaje y cascabel,
se abren solas de par en par las puertas
al avance de tu paso frutal,
olé y olá.

Y qué bien desembocan tus andares
en la barra del bar y pides vino blanco.
Alzas la copa y brindas por ti,
hoy es tu cumpleaños,
treintañera y a solas,
a solas.

Qué bien fumas, qué bien miras tu noche,
cuánto sabes de todo y de los hombres,
lo que no sepas tú,
de casados también, de forasteros,
trovadores o no, todo el percal,
y, en fin, en fin...

Y por eso estás sola y te celebras
a ti misma, por ti, y tomas decisiones.
Soplas el humo, lo ves subir...
quieres tener un hijo
y que tenga un buen padre,
un padre.

Que será un tío guapo y educado,
cariñoso, simpático, alegre
y con buena salud,
y solvente. Y aún se me olvida algo,
que le guste hacer mucho el amor,
que folle bien.

Y tú, a cambio, serás su fascinante
manantial de cariño, gracia y aventura.
Alzas la copa y brindas por él,
será un afortunado
porque vas a quererlo,
quererlo.

Ya terminas tu copa y te levantas,
ya te llevan tus pasos a la calle,
ya te me vas del bar,
ojalá fuera yo el afortunado
de la estrofa anterior, el rey del mar
de tu querer.

Pero qué puedo hacer más que cantarte
y quedarme bebiendo el vino y el olvido.
Soplo el humo, lo veo subir,
adiós mi treintañera
y que tengas buen viaje.
Buen viaje.

(Javier Krahe)

lunes, marzo 09, 2009

DÓNDE TODO ACABA Y DÓNDE TODO COMIENZA...

http://www.goear.com/listen/c13f47f/Esperando-nada-Antonio-Vega
Voy a revelar una historia que es
a veces mentira y otras no es verdad.
Me quede sentado esperando la llegada
de la suerte no podia tardar.
Y paso tanto tiempo que llegue
a ver sombras en color.
Y paso tanta gente por delante
que nadie me vio.

Esperaria de pie que el anochecer
se fundiera con la tarde y el amanecer.
Como un vendaval a mi paso se revuelven
los trozos de un quemado papel.
Y crecio a mi lado como un arbol
toda una ilusion.
Y crecio a su lado monstruosa
toda una obsesion.

En plena noche, a eso de las tres
algo se acerca y no se deja ver.
Abre mi puerta quiero entrar y salir
y refrescarme antes de repetir.
Vivo en la calle, estudio de aprendiz
con libros que en la escuela nunca vi.
Abre mi puerta quiero entrar y salir
y refrescarme antes de repetir.

Me perderia de pie esa sensacion
de encontrarme con las cosas por segunda vez.
La oportunidad de buscar en los
cajones un recuerdo que amar.
Y paso tanto tiempo que llegue
a ver sombras en color.
Y crecio a mi lado como un arbol
toda una ilusion.

En plena noche, a eso de las tres
algo se acerca y no se deja ver.
Abre mi puerta quiero entrar y salir
y refrescarme antes de repetir.
Vivo en la calle, estudio de aprendiz
con libros que en la escuela nunca vi.
Abre mi puerta quiero entrar y salir
y refrescarme antes de repetir.



lunes, febrero 09, 2009

ROMA

Cómo podría explicarte que las cosas terminan siendo siempre menos dolorosas. Que el tiempo cura de verdad. De verdad.
Cómo podría ahora mismo, aflojarte el llanto para que te deje respirar un poco...

No quiero que sufras. Desde fuera yo entiendo casi todo. Como todo el mundo. Desde fuera todo se puede analizar tranquilamente y es comprensible... pero desde dentro no. Desde dentro solo se siente dolor, y ese dolor no nos deja ver mucho más lejos de él. Así que sólo te puedo decir que te quedes con lo bueno, que sientas la tristeza pero no el rencor; la nostalgía pero no la rabia; y que te des una tregua a tí mismo. Con el paso de los dias todo se verá más claro, te lo prometo.

Amar nunca es un castigo. Siempre, pase lo que pase, es una recompensa. Siempre.

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http://www.goear.com/listen.php?v=866e8df

Tus recuerdos son
cada día más dulces,
el olvido sólo
se llevó la mitad...

miércoles, enero 28, 2009

Cuando todo está ya escrito...


Me iré despacio un amanecer
que el sol vendrá a buscarme temprano
Me iré desnudo, como llegué
Lo que me diste cabe en la mano
Mientras tú duermes deshilaré
en tuyo y mío lo que fue nuestro
y a golpes de uñas en la pared
dejaré escrito mi ultimo verso

Y a la grupa del terral, mi chalupa
de blanca vela peinará el mar
Qué soledad te vendrá a buscar?
Cuando me vaya
Cuando me vaya

Luna tras luna, llamándome
bajaras donde el azul se rompe
El viento te abrazará de pie
hurgando el vientre del horizonte
Una sonrisa se esfumará
rozando el borde de los aleros
Tu boca amarga preguntará:
para quién brillan hoy los luceros?

Y las olas sembraran caracolas,
arenas y algas entre tus pies
Los besaran y se irán después
hacia otra playa
Cuando me vaya

Me iré silbando aquella canción
que me cantaba cuando era un crío
un marinero lleno de ron
por si en verano sentía frío
Me iré despacio y sé que quizás
te evoque triste doblando el faro
Después la aldea quedará atrás,
después el día será más claro

Y ese día, dulce melancolía,
has de arrugarte junto al hogar
sin una astilla para quemar
Cuando me vaya
Cuando me vaya

miércoles, enero 21, 2009

La mamadre


La mamadre viene por ahí,

con zuecos de madera. Anoche

sopló el viento del polo, se rompieron

los tejados, se cayeron

los muros y los puentes,

aulló la noche entera con sus pumas,

y ahora, en la mañana

de sol helado, llega

mi mamadre, doña

Trinidad Marverde,

dulce como la tímida frescura

del sol en las regiones tempestuosas,

lamparita

menuda y apagándose,

encendiéndose

para que todos vean el camino.


Oh dulce mamadre

—nunca pude

decir madrastra—,

ahora

mi boca tiembla para definirte,

porque apenas

abrí el entendimiento

vi la bondad vestida de pobre trapo oscuro,

la santidad más útil:

la del agua y la harina,

y eso fuiste: la vida te hizo pan

y allí te consumimos,

invierno largo a invierno desolado

con las goteras dentro

de la casa

y tu humildad ubicua

desgranando

el áspero

cereal de la pobreza

como si hubieras ido

repartiendo

un río de diamantes.


Ay mamá, ¿cómo pude

vivir sin recordarte

cada minuto mío?

No es posible. Yo llevo

tu Marverde en mi sangre,

el apellido

del pan que se reparte,

de aquellas

dulces manos

que cortaron del saco de la harina

los calzoncillos de mi infancia,

de la que cocinó, planchó, lavó,

sembró, calmó la fiebre,

y cuando todo estuvo hecho,

y ya podía

yo sostenerme con los pies seguros,

se fue, cumplida, oscura,

al pequeño ataúd

donde por primera vez estuvo ociosa

bajo la dura lluvia de Temuco.


Pablo Neruda


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sábado, enero 17, 2009

INVENTARO I


En mi cuarto hay dos maletas. Una verde de tamaño medio y otra roja un poco más pequeña. Están vacías de cosas y cargadas de sueños. Tienen dentro todos los viajes a los que me han acompañado y también aquellos a los que vendrán conmigo en el futuro.
Si tuviera que ser un objeto inanimado creo que me gustaría ser maleta, porque lo único a lo que me dedicaría sería a viajar. Aunque ahora que lo pienso detenidamente, tal vez hay otros objetos que también viajan. He cambiado de idea. Si tuviera que ser objeto inanimado querría ser libro preferido. El libro preferido de alguien. Ese pequeñito que siempre lleva en los viajes largos para releer en la playa o en el avión, o en la habitación del hotel. Y de ese modo también sería viaje en mí misma, como lo son todos los libros, incluso los que no narran ningún viaje en concreto.
Siendo libro preferido además tendría de algún modo cierta relación con la persona a la que perteneciera. Como maleta, sería difícil que me tuviera algún cariño. Pero siendo libro, con el paso del tiempo, tendría más y más razones para no prestarme a nadie, para meterme la primera en la caja de cartón de la mudanza, para leerme en voz alta delante de alguien que le gusta o para leerme en silencio cuando no hay nadie a quien leer.
Pasaría el día en mi estantería codeándome con grandes como Cortazar, Shakespeare o Juan Ramón Jiménez. Y de cuando en cuando, aquella persona para la que soy especial me tomaría entre sus manos (cada vez con más cuidado conforme pasara el tiempo y me hiciera viejita, no me fuera a desencuadernar) y me abriría por sus pasajes preferidos. Aquellos que le parecen grandiosos, o los que desnudan su pena como si ella misma los hubiera escrito… El relato que habla de ella, o el poema que (Dios mío, y después de tantos años…) le pone los pelos de punta. Y yo podría entonces mirarle cara a cara y verle sonreír, o pasar las páginas nostálgico, o incluso alguna vez recoger entre las líneas de mi texto alguna lágrima que ya no importa si se llora, o no, o si alguien la ve algún día convertida en borrón…
Miro ahora, de nuevo, mis dos maletas cargadas de sueños y pienso en lo mucho que me gusta no ser un objeto inanimado y poder tirar de ellas por calles, aeropuertos, estaciones de tren, pasillos de hotel o casas ajenas. Y sonrío recordando la primera vez que las traje a esta casa, porque aquella primera vez no las llené de ropa ni artículos de aseo. Aquella primera vez mis maletas vinieron cargadas de libros preferidos.


(Dedicado a Pere, porque algunos de esos libros son preferidos gracias a él)

jueves, enero 15, 2009

GAZA

¡NO A LA GUERRA! ¡NO A LA MATANZA EN GAZA!

Como simple ser humano que siempre sintió como suyas las causas más elementalmente justas; como simple ciudadano argentino sobreviviente de un exterminio de 30.000 desaparecidos; como simple compañero de estas víctimas que pagaron con su vida haber soñado un mundo mejor; como simple judío que, con la memoria fresca de las laceraciones padecidas durante siglos, creyó y aún cree en antiguos legados de universal humanismo; como simple poeta que nunca pudo ni puede disociar la belleza de la verdad; como simple individuo que no olvida la existencia del otro para ser él mismo, NO PUEDO NI QUIERO PERMANECER EN SILENCIO. Convencido del derecho a la autodeterminación de todos los pueblos, sin ánimo de entrar en laberínticas disquisiciones políticas, evocaría la contundencia del hebreo de los Profetas para que estas palabras se impongan sobre la brutalidad de la masacre en Palestina, pero, simple entre los más simples, desde esta pequeña parcela de intimidad que es mi conciencia, quiero recordar al Gobierno de Israel –si el tronar de sus cañones aún no lo ha ensordecido definitivamente– que, como dice el Talmud, “salvar una vida es salvar un mundo”. De eso se trata: de salvar un mundo, este único y angustiado mundo que habitamos todos, que a todos pertenece y que hoy se llama Gaza.

Alberto Szpunberg

miércoles, enero 14, 2009

Sábado noche


La luz de una farola reflejada en un charco, solo es bella para la gente que pasamos el día cerca del suelo.