viernes, marzo 13, 2009

TREINTAÑERA


Esta semana ha sido agotadora, reconfortante, cansadísima y maravillosa. Hemos trasladado la oficina por fin y tenemos la casa entera para nosotros. Soy más Mary Kate Danaher que nunca con todos mis muebles alrededor. He hecho dos entrevistas de trabajo y cruzo los dedos para que me cojan en una de ellas porque sería un flipe trabajar de documentalista allí (si me cogen ya diré dónde es). La primavera ha llegado a Barcelona y estoy intentando camelármela para que se quede...

Este año cumplo 30 años. Estoy orgullosa de todo lo vivido. Soy feliz.

Voy a comprar un vino para celebrarlo y permitidme por una vez brindar con todos los que a veces me leeis: ¡SALUD!
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TREINTAÑERA
http://www.goear.com/listen/4de0ee1/Treintañera-Javier-Krahe

Qué bien andas, manzana patilarga,
como firmas el aire, ole que ole,
oleaje y cascabel,
se abren solas de par en par las puertas
al avance de tu paso frutal,
olé y olá.

Y qué bien desembocan tus andares
en la barra del bar y pides vino blanco.
Alzas la copa y brindas por ti,
hoy es tu cumpleaños,
treintañera y a solas,
a solas.

Qué bien fumas, qué bien miras tu noche,
cuánto sabes de todo y de los hombres,
lo que no sepas tú,
de casados también, de forasteros,
trovadores o no, todo el percal,
y, en fin, en fin...

Y por eso estás sola y te celebras
a ti misma, por ti, y tomas decisiones.
Soplas el humo, lo ves subir...
quieres tener un hijo
y que tenga un buen padre,
un padre.

Que será un tío guapo y educado,
cariñoso, simpático, alegre
y con buena salud,
y solvente. Y aún se me olvida algo,
que le guste hacer mucho el amor,
que folle bien.

Y tú, a cambio, serás su fascinante
manantial de cariño, gracia y aventura.
Alzas la copa y brindas por él,
será un afortunado
porque vas a quererlo,
quererlo.

Ya terminas tu copa y te levantas,
ya te llevan tus pasos a la calle,
ya te me vas del bar,
ojalá fuera yo el afortunado
de la estrofa anterior, el rey del mar
de tu querer.

Pero qué puedo hacer más que cantarte
y quedarme bebiendo el vino y el olvido.
Soplo el humo, lo veo subir,
adiós mi treintañera
y que tengas buen viaje.
Buen viaje.

(Javier Krahe)

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