El hijo de Pilar y Daniel Weinberg
fue bautizado en la costanera. Y en
el bautismo le enseñaron lo sagrado.
Recibió una caracola:
- Para que aprendas a amar el
agua.
Abrieron la jaula de un pájaro
preso:
- Para que aprendas a amar el
aire.
Le dieron una flor de malvón:
- Para que aprendas a amar la
tierra.
Y también le dieron una botella
cerrada:
- No la abras nunca, nunca. Para
que aprendas a amar el misterio."
Este texto me lo descubrió Elsa. En el cd que nos grabaron Rubén y ella a todos los amigos cuando se fueron a Suecia...
Elsa, nunca abriré nuestra botella...
lunes, junio 20, 2005
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