martes, diciembre 27, 2005

ALGO DIVERTIDO


Está lloviendo fuera.
Qué chorrada de frase. Está lloviendo fuera. Como si pudiera llover dentro. Y que forma tan difícil de comenzar un texto que lleva por título “Algo Divertido”. Pero bueno, así lo voy a comenzar. Sería demasiado fácil borrar lo que he escrito hasta ahora para recomenzar mi historia con un “Fuera luce un sol espléndido...”. ¿O es que acaso no puede ser un día lluvioso algo divertido?

Está lloviendo fuera y yo he decidido que el sonido de las gotas en la ventana me va a acompañar este jueves de un modo divertido. También sería muy fácil decir que me traen nostalgia de otras épocas y otras lluvias. Que el gris del cielo me toca en el recuerdo y en la nostalgia... No, no, no. Esta lluvia de hoy me divierte. Son gotitas que caen y se estrellan donde pillan, y mientras caen, unas van diciendo: “¡¡Geróooooonimo!!” y otras a su vez: “¡¡¡¡uyuyuyuyuy!!... que me la pego, que me la pego!!... chof!!”. Y oigo a la vecina que colgó la ropa hace un cuarto de hora corriendo por los pasillos: “Joder! Que está lloviendo, que está lloviendo!!” como avisando a las camisas y los pantalones para que de un brinco se metan en casa por la ventana donde los han colgado. Y ellos pensarán “ pues ahora a joderse, por colgarnos aquí fuera de mala manera... no me pienso secar en tres días, Manoli”.
Ahora llueve aún más fuerte y debe ser divertido ver a la gente en los soportales arrimándose a la pared y poniéndose perdidos de cal por no mojarse, cuando la verdad es que ya están calados hasta los huesitos... con las gotas que caen de las cornisas directamente a tu ojo cuando miras hacia arriba para percatarte de que, efectivamente sigue lloviendo a cántaros (como si no estuvieras seguro, ya ves tu).
Sería divertido calzarse las katiuskas que ya no recuerdo ni como se escriben de tiempo que hace que no me compro unas, y bajar a la calle a pegar saltos en los charcos... y volverme Gene Kelly un ratito agarrada a la primera farola que pille. Antes, eso sí, de pegarme la gran ostia que seguro me daría al escurrírseme una de las Katiuskas en la base de la farola en cuestión cuando llegará a la parte que dice”... and I’m happy again...”. Toma happy again!!. Pero eso solo sería divertido si cuento con alguien a mi lado para que se descojone de risa señalándome con el índice y agarrándose la tripa. Y entonces, tendría su punto que pasara un autobús de línea por detrás suya y le pegara un señor baño por detrás de modo que yo desde el suelo pudiera ver con todo lujo de detalles la cara de buho que se le pone.
Qué divertido sería.
Lo único que falla es que no repongan Barrio Sésamo, para llegar a casa calados y poder tomar un chocolate con magdalenas viendo a Coco y compañía... Ahora está Terelu, pero oye, no es lo mismo.

(2002)

No hay comentarios: